¿De qué va esto?
Este blog está dedicado a reflexionar sobre una verdad incómoda: el empeño por ser humanos nos hace infelices. Y es sobre todo a causa de la racionalidad, el valioso regalo de Prometeo.
Fue un regalo envenenado. La racionalidad es inflexible, inhumana, y nos compromete a someternos a ella de por vida. La razón suministra verdades absolutas, comporta una coherencia total, establece unas reglas universales a las que todo tiene que someterse. Somete a la realidad y nos somete a nosotros mismos.
Con respecto a la realidad, la racionalidad impone una visión en la que solo entran los elementos que se adecuan a ella. Tira una red, y lo que queda atrapado es lo único que hay. Sufrimos una idolatría de lo material: sólo lo material existe, porque sólo lo material puede ser tratado de manera adecuada por la razón. Miramos al mundo y vemos lo que creemos que hay, no lo que hay en la realidad.
Con respecto a nosotros mismos, la racionalidad nos impone la esclavitud de las reglas y los valores morales absolutos. Dos y dos son cuatro, ahora y siempre, y para todo el mundo. Lo que está bien está bien, y lo que está mal está mal, ahora y siempre, para todo el mundo. Nos impone someter nuestra esfera irracional a la racionalidad, controlar las emociones, filtrar lo sentimientos. Nos impone un comportamiento propio de robots.
Con respecto a la realidad, la racionalidad impone una visión en la que solo entran los elementos que se adecuan a ella. Tira una red, y lo que queda atrapado es lo único que hay. Sufrimos una idolatría de lo material: sólo lo material existe, porque sólo lo material puede ser tratado de manera adecuada por la razón. Miramos al mundo y vemos lo que creemos que hay, no lo que hay en la realidad.
Con respecto a nosotros mismos, la racionalidad nos impone la esclavitud de las reglas y los valores morales absolutos. Dos y dos son cuatro, ahora y siempre, y para todo el mundo. Lo que está bien está bien, y lo que está mal está mal, ahora y siempre, para todo el mundo. Nos impone someter nuestra esfera irracional a la racionalidad, controlar las emociones, filtrar lo sentimientos. Nos impone un comportamiento propio de robots.
Una luz al fondo
No podemos dejar de ser racionales, a estas alturas. No debemos: la racionalidad es útil y es parte esencial de nuestra naturaleza. Pero tenemos también un yo no racional, al que pertenecen las emociones, las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones. La razón intenta controlarlo, pero son precisamente estos elementos los que pueden hacer de contrapeso y permitirnos ser felices sin dejar de ser racionales.
Por suerte la propia racionalidad nos permite reflexionar sobre ella misma y sobre la felicidad, y tratar de entendernos mejor, y de aprovechar mejor los caminos que pueden existir para alcanzar una conciliación. Para ser humanos, racionales, pasionales… y felices.
Por suerte la propia racionalidad nos permite reflexionar sobre ella misma y sobre la felicidad, y tratar de entendernos mejor, y de aprovechar mejor los caminos que pueden existir para alcanzar una conciliación. Para ser humanos, racionales, pasionales… y felices.
Diálogos con las estrellas
¡La que has liado, Prometeo!
![](https://www.cdprometeo.com/wp-content/uploads/2018/06/1280px-Piero_di_Cosimo_038-1280x720-250x150.jpg)
En donde se explica el por qué del título de este blog. Los humanos somos criaturas de Prometeo. Él nos dio la sabiduría, sin pensarlo mucho, y nosotros nos empeñamos en mantenernos fieles a su legado. Pero es un legado envenenado, porque nos provoca una profunda infelicidad. De eso, y de las posibles escapatorias, trata este blog.
La vida se sueña
Capítulo 5 de la novela «Diálogos con las estrellas»
Capítulo 4
Capítulo 3
Capítulo 2
Capítulo 1
El yo (3) ¿Por qué lo has hecho?
El yo (2) Yo soy como los demás
El yo (1) ¿Yo soy mi cuerpo?
Guía de utilización
El blog contiene las siguientes secciones:
• Reflexiones, donde se desarrollan las ideas que el blog pretende transmitir. A menudo se utiliza como pretexto algún asunto concreto, preferentemente de actualidad, a fin de anclar las reflexiones en la cotidianeidad, o por lo menos en el mundo del que tenemos experiencia.
• Manifiestos, que contiene tomas de posición, a favor o en contra, sobre diversos temas. Las argumentaciones participan en general del espíritu que anima al resto del blog, pero en ocasiones los temas pueden no estar conectados con las ideas básicas que aquí se defienden. Se pretende una cierta provocación, sobre todo en los títulos. La intención es atacar tópicos, prejuicios o valoraciones generalmente admitidas pero que, a juicio del autor, carecen de fundamento.
• Reseñas comenta principalmente películas o series de televisión. Tal vez libros, en el futuro, u otro tipo de medios. En general no se pretende una valoración artística, sino del contenido, contrastándolo con el punto de vista propio del blog. Aunque en general no se explica el argumento ni se entra en detalles sobre la acción, tampoco se hace ningún esfuerzo por no desvelar la trama. Dicho en el lenguaje al uso: las reseñas pueden contener spoilers.
• Reflexiones, donde se desarrollan las ideas que el blog pretende transmitir. A menudo se utiliza como pretexto algún asunto concreto, preferentemente de actualidad, a fin de anclar las reflexiones en la cotidianeidad, o por lo menos en el mundo del que tenemos experiencia.
• Manifiestos, que contiene tomas de posición, a favor o en contra, sobre diversos temas. Las argumentaciones participan en general del espíritu que anima al resto del blog, pero en ocasiones los temas pueden no estar conectados con las ideas básicas que aquí se defienden. Se pretende una cierta provocación, sobre todo en los títulos. La intención es atacar tópicos, prejuicios o valoraciones generalmente admitidas pero que, a juicio del autor, carecen de fundamento.
• Reseñas comenta principalmente películas o series de televisión. Tal vez libros, en el futuro, u otro tipo de medios. En general no se pretende una valoración artística, sino del contenido, contrastándolo con el punto de vista propio del blog. Aunque en general no se explica el argumento ni se entra en detalles sobre la acción, tampoco se hace ningún esfuerzo por no desvelar la trama. Dicho en el lenguaje al uso: las reseñas pueden contener spoilers.